02 abril 2008

Reseña del libro La escuela y la cuestión social.

La reseña fue presentada por Santiago Liaudat (Profesorado en Filosofía) en julio de 2007, en el marco de la materia. La cátedra agradece a su autor la autorización para su publicación.

Tenti Fanfani, Emilio (2007) La escuela y la cuestión social. Buenos Aires. Siglo XXI Editores.


Presentación

El libro es una compilación de 11 artículos del autor, ya publicados en revistas de difusión todos exceptuando el primero, ordenados no cronológicamente, sino temáticamente, según dos ejes. El autor nos presenta un primer conjunto de artículos (1ª parte del libro) que proponen una mirada sociológica de los cambios sociales, culturales y económicos más recientes en relación a la escuela. El segundo conjunto de artículos (2ª parte del libro) tiene como hilo conductor una crítica de los “discursos acerca de la educación”, y de su lugar de enunciación, los especialistas y las Ciencias de la Educación. Pero, desde un lugar y desde el otro, el autor pretende como tema “crear conciencia sobre la complejidad y la novedad de los problemas de la agenda educativa actual”[1], con un interés eminentemente práctico/político: aportar a la construcción de una sociedad más justa. De aquí el carácter fuertemente propositivo que exhuman los textos: en la mayoría de los artículos después del análisis (diagnóstico) el autor nos presenta una propuesta (objetivo), y hasta en más de uno un principio de estrategia para alcanzarlo[2]. Con este propósito Tenti Fanfani pretende explícitamente que su auditorio no sea meramente un público de expertos, de intelectuales, sino también, y prioritariamente, pretende que llegue a oídos de personas de acción, tanto a nivel de dirección del aparato estatal como a nivel del aula, e incluso hacer de la problemática educativa una “cuestión de ciudadanía”.[3] Con este fin, nos dice, va a evitar un lenguaje cargado de tecnicismos y fórmulas abstractas, por un lado, y por el otro, la larga lista de datos empíricos que supone un artículo científico. Así, el conjunto de los artículos asumirá, por opción del autor o por compulsión de la edición en revistas, una forma más bien ensayística, con un estilo de polémica en algunos casos[4].

Tesis, hipótesis, crítica

La constatación de un hecho y las hipótesis sobre sus consecuencias, constituyen la columna vertebral de la primer parte del libro. El factum consiste en un vínculo “novedoso” entre una dinámica escolar y una dinámica social, más específicamente consiste en que en los últimos años se ha dado el fenómeno, paradójico a primera vista, de la masificación (inclusión) escolar al mismo tiempo que la exclusión social[5]. Las hipótesis alrededor de sus consecuencias son varias. Entre ellas, la central es lo que el autor llama la configuración de un “círculo vicioso” de desigualdad o de exclusión, a partir de que la inclusión escolar oculta, en las condiciones actuales, la “exclusión del conocimiento”, la disociación entre nivel educativo y nivel de conocimientos (o cultural), a partir de un corrimiento de las tareas de la escuela pública, desde la tarea pedagógica tradicional, a una tarea asistencial, como agente privilegiado de las nuevas políticas sociales, las “políticas compensatorias”. Pero, al mismo tiempo, la exclusión cultural es causa y consecuencia a su vez de la exclusión social. Un fenómeno similar encuentra Tenti Fantani que vincula la exclusión social y cultural a la “exclusión política”[6]. Así, se cierra lo que podemos llamar “círculo de la desigualdad” o “de la exclusión”, en donde la escuela misma deja de ser la posibilidad concreta de ruptura de esa circularidad[7], quebrando el automatismo de la secuencia de las teorías del capital humano.
En lo esencial el planteo de Tenti Fanfani es correcto, desprendiendo de esas dinámicas sociales y escolares consecuencias compartidas por diferentes autores. Estas son varias, y fundamentadas por diferentes investigadores, las cuales no podemos analizar in extenso por razones de espacio. Sin embargo, a manera de ejemplos podemos enumerar la resignificación de los roles de la escuela y la tarea asistencial, el carácter estratificado de la oferta institucional de la oferta educativa, la naturalización de las categorías profesorales, las lecturas negativas alrededor de las reformas de los ´90[8], puntos que se pueden encontrar desarrollados en profundidad también en Tiramonti, G. (2001), Braslavsky, C. (1985), Bourdieu, P. y de Saint Martin, M. (1998), y Tiramonti, G. y Suasnábar, C. (2000) respectivamente. Sin embargo, debemos decir que el análisis de las consecuencias no es exhaustivo, estando ausentes consecuencias importantes como puede ser la referida a la creación de una subjetividad y concepción de ciudadanía (el “necesitado”, la configuración de una nueva forma de relación entre individuo y Estado), temática ya trabajada también por diversos autores. Por otra parte, siendo este un aspecto crucial en el sentido de que se halla en él uno de los principales factores que permitirían explicar el fenómeno por el desarrollado (la inclusión escolar en contextos de exclusión social), pues responde a una pregunta, que podemos formular parafraseando una pregunta que el mismo autor hace en otro contexto: ¿qué interés pueden tener las clases dominantes en efectivizar una inclusión escolar, en un marco social regresivo? O si se quiere, despersonalizando, ¿por qué le es funcional al sistema social la inclusión escolar en esas condiciones?
En relación al contenido de los artículos que componen la segunda parte del libro podemos decir que éstos parten nuevamente de la constatación de un hecho, en este caso, la precariedad del estado actual de las Ciencias Sociales, y en particular de las Ciencias de la Educación, que no están “a la altura de las circunstancias”, y parte a su vez de la defensa de un postulado, para la buena acción es necesario el conocimiento, las ciencias tienen un lugar al lado de la política, o aún, el conocimiento mismo es político. El autor parte de entender el conocimiento como capital y a la ciencia como campo (en la línea de P. Bourdieu[9]), en un intento por comprender los mecanismos diferenciales de apropiación y las reglas de acumulación del conocimiento (como el de otras formas del capital, o de la riqueza social). Centralmente va a defender una perspectiva metodológica, enmarcada en la tradición de la sociología clásica (K. Marx, M. Weber, E. Durkheim), así como de los clásicos contemporáneos (N. Elias, A. Giddens, P. Bourdieu), a la que denomina una “estrategia analítica integral”. Con esta apelación, una y otra vez pretende escapar a los callejones del estado actual de la Ciencias Sociales, en general, y en particular, de las Ciencias de la Educación. Sin embargo, Tenti Fanfani no deja en claro qué significa inscribirse en la tradición de los clásicos. Tan sólo hace referencia en la Introducción a que adhiere a la estrategia de “Compromiso y Distanciamiento” de N. Elias, y luego vagamente a la necesidad de pensar con un punto de vista relacional y histórico, así como de superar los dualismos y las visiones unilaterales[10]. Así planteado, como exhortaciones, redunda en apelaciones vacuas desde el momento que ningún investigador se propone afrontar un fenómeno desde una visión unilateral, o ahistórica.
Por otro lado, en relación a la segunda parte del libro, podemos decir que Tenti Fanfani se aleja un tanto del propósito original y del auditorio ligado a ese objetivo, enunciados en la Introducción del libro[11]. Pues en esta segunda parte, como dijimos, se ocupa de una crítica de los “discursos acerca de la educación”, esto es, el discurso de los intelectuales, del estado de las Ciencias Sociales, y no del “discurso educativo”, el del maestro frente al aula. Si bien necesaria, esta crítica parece, por un lado, tener como auditorio a los propios intelectuales, cuando se había propuesto un auditorio amplio, no especializado, y, por el otro lado, la temática de los artículos exceden el contenido anunciado en el título e introducción del libro[12]. En este sentido, el título y subtítulo del libro dan cuenta estrictamente sólo del contenido de la primer parte del libro. Por lo que si dentro de cada artículo tenemos una buena presentación (introducción, subtítulos y conclusión pertinentes), ello no se repite a nivel del libro, al tiempo que se da a su vez una repetición de algunos tópicos y hasta expresiones, así como algunas idas y vueltas argumentativas. Y ello no puede ser, en principio, justificado por el carácter de compilación del libro, si tenemos en cuenta que Tenti Fanfani redacta el primer artículo (inédito) indudablemente como “puente” para introducir la temática de la primera parte del libro, bien pudiera haber pulido la prosa del conjunto de los artículos para evitar caer en giros como los arriba referidos, que aparecen inmediatamente a la vista del lector. Además, aunque el mismo autor hable de “compilación” en la Introducción del libro, no queda del todo claro si son publicados tal como aparecieron originalmente o si hay reescritura. No queda claro desde el momento en que, por ej., refiere a los artículos originales como “Fuentes”[13]. Si hubo reescritura, deberíamos hablar de problemas de su estilo, y ya no de un problema de edición de este libro en particular.

Conclusión

En síntesis, a nivel de contenidos, el conjunto de los artículos, aunque algunos naturalmente en mayor medida, hacen un aporte de sistematización de un acervo de saber acerca de la escuela y la “nueva” cuestión social, crítica mediante del saber producido al respecto, alrededor de un fenómeno paradójico como lo es la inclusión escolar en contextos de exclusión social. El hecho de que ni la constatación del hecho o las hipótesis sobre sus consecuencias sean “novedosas” para el año en que se edita el libro (2007) no resta valor a los textos desde el momento en que, por un lado, el autor se había propuesto un objetivo práctico/político, y, por el otro, aún en contextos académicos, una sistematización como la presente tiene el valor de ser un paso imprescindible para avanzar en una fundamentación científica de un fenómeno. Para una valoración positiva de los aportes es necesario respetar los resguardos que el propio autor hace en la Introducción acerca del carácter ensayístico de los artículos, sin pretensión de fundamentación científica per se. Hablamos, sin embargo también de la ausencia, o ambigüedad en el planteo, de un aspecto crucial del análisis como lo es la explicación de la función social (para la reproducción del orden social) de la inclusión escolar en los contextos ya referidos.
Mientras que a nivel de la exposición o de la “forma” de los textos, al tiempo que hicimos notar la buena diagramación al interior de los artículos, como observación crítica hablamos de algunas falacias en la edición de los textos (redundancias, repeticiones, no correspondencia del título y subtítulo, etc.), en todo sentido injustificables. Además, no tanto en calidad de “error”, como de debilidad o ausencia, nos referimos a la ambigüedad de sus filiaciones y propuesta metodológicas.

Bibliografía

· Bourdieu, P. y de Saint Martin, M. (1998). “Las categorías del juicio profesoral”. Propuesta educativa, 19, 4 – 18.
· Braslavsky, Cecilia (1985), La discriminación educativa en la Argentina, FLACSO-GEL, Buenos Aires.
· Clausewitz, Karl von (1999), De la guerra, Ediciones del Ministerio de Defensa de España. Edición dirigida y traducida por Michael Howard y Peter Paret.
· Tenti Fanfani, Emilio (2007), La escuela y la cuestión social: Ensayos de sociología de la educación, Siglo XXI Editores Argentina, 1ª ed., Buenos Aires.
· Tiramonti, Guillermina (2001), “Los sentidos de la transformación” y “Los imperativos de las políticas educativas de los ´90”, en Tiramonti, G. Modernización educativa de los ´90 ¿el fin de la ilusión emancipatoria?, Temas Grupo Editorial, Buenos Aires.
· Tiramonti, Guillermina y Suasnábar, Claudio (2000), “La reforma educativa nacional en busca de una interpretación”, en Revista APORTES para el Estado y la Administración Gubernamental. Año 7, Nº 15, otoño 2000, Buenos Aires.
[1] Tenti Fanfani, 2007: Introducción, pág. 23
[2] En el artículo 3º, “La educación escolar y la nueva cuestión social”, sección 5, pág 90-95, por ejemplo, es una de las instancias en que aparece el principio de una estrategia, a lo que hago referencia. Estos tres elementos (análisis, objetivo, estrategia) se consideran desde Karl von Clausewitz las partes de un razonamiento político, lo que refuerza la idea del carácter político/práctico que refiere Tenti Fanfani en la Introducción. Cf. Clausewitz, K. (1999)
[3] Ver Tenti Fanfani, 2007, Introducción, pág. 24
[4] Por ej., Tenti Fanfani, 2007, artículo 8 “Del intelectual orgánico al analista simbólico”, pág. 209-222, en el que polemiza directamente con José Joaquín Brunner, y la concepción que éste sostiene del intelectual como “analista simbólico”.
[5] El tema está planteado directamente en el título de dos de los seis artículos de la primera parte, el 2º “Escolarización con pobreza…”, y el 5º “Exclusión social con escolarización masiva…”, en un subtítulo del 3º artículo, “Escolarización con pobreza”, y en reiteradas oportunidades a lo largo de todo el libro, si bien sobre todo en la primera parte del mismo.
[6] El autor utiliza las expresiones “doble exclusión”, y “círculo vicioso simbólico”, en Tenti Fanfani, 2007, artículo 6º, pág. 154-158.
[7] No obstante, Tenti Fanfani nos dice que la escuela misma no debe ser descartada de toda perspectiva de cambio social. El planteo es más bien del tipo “Sin la escuela no se puede; la escuela sola no puede”, cf. Artículo 5. “Exclusión social con escolarización masiva. Algunos dilemas de política”, sección 8, pág. 147-150.
[8] Podemos encontrar referencias a cada uno de estos tres temas en Tenti Fanfani, 2007, pág. 71 o pág. 132; pág. 59; pág. 106-112; pág. 66-67, respectivamente.
[9] Ver para todo este punto Tenti Fanfani, 2007, artículo 9º “Hacia una ciencia social histórica”.
[10] En múltiples ocasiones hace referencia a estos aspectos metodológicos, por ej. Tenti Fanfani, 2007, pág. 23-25, y pág. 93.
[11] Y a los que hicimos referencia, para una más rápida lectura, en la Presentación de esta reseña.
[12] Por ejemplo, el artículo 9. “Hacia una ciencia social histórica”, difícilmente pueda caratularse como Sociología de la Educación, siendo problemas más bien epistemológicos.
[13] Tenti Fanfani, 2007, pág. 261.